martes, 23 de septiembre de 2008

TERREMOTO DE POPAYAN


Por encontrarse ubicada en una zona de riesgo sísmico alto, Popayán ha sido azotada por varios terremotos a lo largo de su historia.
El más reciente de ellos sucedió en la mañana del 31 de marzo de 1983. A pesar de los destrozos causados, un esfuerzo masivo se llevó a cabo durante aproximadamente 10 años para reconstruir y restaurar la ciudad y permitirle recuperar el esplendor y la belleza de su arquitectura colonial. La Unión Europea ha intervenido para la reconstrucción de barrios populares, como Maria la Mala, Poblazón y otros, reconstruyendo las viviendas y dotándolas de servicios básicos. El gobierno español, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional -que tiene una de sus sedes en Popayán-, ha apoyado una parte importante de la estrategia de recuperación de la ciudad antigua.



Popayán sufrió una destrucción cercana al 40%, siendo el centro la zona más afectada. Hoy quedan pocas huellas físicas de la tragedia, la ciudad renació de las cenizas. La ciudad fue reconstruida en cinco años, apoyada en un préstamo de US$80 millones del Banco Mundial, pero sólo se recibieron US$40 millones.Bastaron 18 segundos para que Popayán quedara en ruinas. Pero la cicatrización de las heridas demoró una lenta sucesión de años. Algunas sanaron y otras laten aún bajo los muros blanquecinos de la ciudad resucitada.Volver a vivir no es fácil. Pero este pueblo sacudido hace 25 años lo hizo con un proceso de reconstrucción que fue casi como la reimplantación de los dedos de una mano mutilada. Cada arteria, cada tejido conectados nuevamente. Cada calle, edificación y familia, renaciendo de las cenizas.Se estima que ‘rearmar’ a la capital del Cauca tardó cinco años. Aunque muchas edificaciones demoraron mucho más en volverse a levantar. De todas formas, el proceso fue rápido si se tienen en cuenta casos de otras ciudades que sufrieron este tipo de desastres. Dos días después de la tragedia, los arquitectos del municipio se reunieron en lo que quedaba del Concejo. Allí decidieron unirse con los ingenieros y pedirle al presidente Belisario Betancur que creara una institución para concentrar los esfuerzos de la reconstrucción. De allí surgió la CRC, que en ese entonces se llamó Corporación para la Reconstrucción y Desarrollo, entidad que empezó a funcionar oficialmente cinco meses después.Las ayudas para poner en pie a Popayán surgieron paralelamente con el apoyo para atender la emergencia. De países de todo el mundo llegaron donaciones y el Gobierno colombiano activó planes de vivienda y créditos con entidades como el Banco Central Hipotecario y el Instituto de Crédito territorial, ICT. Pero el grueso del dinero vino de fuera. El alcalde del momento, Luis Guillermo Salazar, cuenta que el jueves santo del terremoto se encontraba en la ciudad un alto funcionario del Banco Mundial que quería ver las procesiones. El norteamericano quedó bajo su cama, atrapado por las ruinas del hotel Monasterio.Entonces, relata Salazar, el sobreviviente acompañó al ex presidente Betancur en la solicitud de un crédito de US$80 millones ante el Banco Mundial. En esa fecha la tasa de cambio era de 66 pesos por dólar.

Fue un año y medio de papeleos en los que las obras en la Ciudad Blanca fueron pocas. “Más que todo limpieza, elaboración de los proyectos y mucha tensión porque la gente estaba desesperada….se actuaba con la plata del Estado…pero era insuficiente”.En junio del 85 llegaron los primeros y únicos US$40 millones de aquel empréstito que quedó a medias.Ladrillo a ladrillo.Juan Manuel Caicedo, quien tuvo a su cargo las obras de la manzana del CAM, recuerda que la primera preocupación fue que las construcciones conservaran la unidad del estilo de la ciudad, lo que en gran medida se logró. La manzana estuvo lista en tres años, con un costo de $624 millones de ese entonces.

Mientras eso sucedía, cuenta el presidente de la Sociedad de Ingenieros del Cauca, Luis Orlando Muñoz, numerosos frentes de construcción y reparación se levantaban en la ciudad. La mayoría de edificaciones de valor histórico y religioso debieron ser reconstruidas partiendo de la memoria fotográfica. Ese fue el caso de la catedral, cuya cúpula de desplomó y mató cerca de 90 personas. Con fotografías, memoria y una tesis de grado, Salazar (el alcalde de la época, luego miembro de la CRC) calculó en 170 toneladas el peso de la cúpula y con 60 trabajadores empleó dos años en volverla a hacer. La obra costó $98 millones.“Para la reconstrucción el Valle se volcó hacia el Cauca. Ese apoyo aún lo recordamos con gratitud”. Guillermo González, gobernador del Cauca. El Plan de Reconstrucción del Cauca, elaborado por la CRC, da cuenta de que 1985 fue el año de mayores inversiones ($5.180 millones). También señala que la mayor parte de los recursos fue destinada a vivienda, con cerca de $13.000 millones en construcción y adquisición de predios.Bernardo Salazar, quien era el contacto con de la CRC con el Banco Mundial, destacó la agilidad con la que se dio trámite a las obras y con la que se realizaron los desembolsos. “Fue un proceso limpio, donde se hizo todo lo posible por sacar adelante la ciudad”. Otros, como Martha Cabrera, de 56 años, aún se pregunta porqué ella jamás pudo conseguir un auxilio para vivienda, mientras quien era su vecino obtuvo tres casas gracias a las ayudas. Pese a que corrían comentarios sobre el mal uso de recursos, por el tema jamás hubo un condenado.



Cifras-
250 muertos dejó el terremoto del Jueves Santo del 31 de marzo de 1983.
- 3.000 personas, aproximadamente, resultaron heridas.-
2.470 casas fueron destruidas

y 6.885 con daños mayores al 50%.
- 120 mil personas habitaban Popayán al momento del sismo.
- 100 por ciento del centro, aproximadamente, se destruyó.
- 3.388 hectáreas tenía la ciudad, de las cuales el 16% estaban urbanizadas.
- 400 millones de dólares fue el cálculo de la época sobre los daños totales.
- 60 comisiones participaron en la evaluación de los daños.

CULTURA




















Un PoQuiTo dE lA CUlTUrA dE PopAyAn!!

Situada al sur occidente de Colombia, capital del Departamento del Cauca, es mi patria chica, ahi donde mi vida comenzo ...su clima templado la hace un lugar especial para vivir estando jubilado porque se goza la vida, sin afanes, relajado..tambien es la ciudad apropiada para estudiar, ya que cuenta con una de las mejores universidades del pais y muy buenos colegios.

Sus gentes amables y hospitalarias la hacen una ciudad acogedora, ademas cuenta con una arquitectura colonial legado de españoles, franceses, jesuitas, y muchos mas...que dejaron estos monumentos para la posteridad...sus templos coloniales, plagados de bellas imagenes la hacen el sitio obligado de conocer en especial en la epoca de Semana Santa una de las mas bellas del mundo catolico...por su solemnidad y porque toda la ciudad se viste de blanco y sus gentes de religiosidad.... ademas del Festival de musica religiosa un espectaculo digno para disfrutar.

MuChOs sItIoS De iNteReS:

El Morro del Tulcán :es el principal sitio arqueológico de Popayán. Consiste en una pirámide truncada construida en la época precolombina, aproximadamente entre los años 500 – 1600 d. C., período que se conoce como "de las sociedades cacicales tardías". Para conmemorar los 400 años de la fundación de la ciudad, en 1937 se inauguró en la cima del morro una estatua ecuestre del fundador de la ciudad, elaborada por el artista español Victorio Macho.
Paraninfo Francisco José de Caldas: Esta imponente edificación de mediados del siglo XVIII formaba parte del monasterio de la comunidad de los dominicos hasta 1826. Construido primero en bahareque y techo de paja, fue reforzado con el transcurso de los años con tapia pisada y teja hasta convertirse en una expresión arquitectónica del colonial formativo. Simón Bolívar lo decretó como bien patrimonial en 1827, cuando ya era una casa de dos pisos con fachada sobre la plazoleta de Santo Domingo.
Cuenta con un amplio vano de entrada con marcos de medio punto, ventanas de balaustre sobre el portón y dinteles que decoran las junturas de barro del muro con los aleros y la cornisa de entre pisos.
Cuando el edificio fue entregado a la Universidad del Cauca a comienzos del siglo XX, fue objeto de las reformas y ampliaciones necesarias, recuperando todos los espacios pero respetando su fisonomía, y dándole condiciones de resistencia sísmica.

Parque de Caldas: Nació con la ciudad en 1537, cuando el trazado en cuadrícula generó a su alrededor las construcciones religiosas, gubernamentales y de los fundadores. Inicialmente fue utilizada como plaza de mercado. En 1538 fue colocado en el centro de la plaza un cepo donde fueron decapitados Jorge Robledo y Alvaro de Oyón. Este cepo duró hasta 1766 cuando fue reemplazado por un chorro de agua, que duró hasta 1805 cuando en su lugar fue colocada una pila de cantera. Esta última fue removida en 1910 tras la inauguración del monumento al Sabio Caldas, obra del escultor francés Raoul Verlet, que permanece desde entonces y cuya réplica se encuentra ubicada en la Plazoleta de las Nieves en Bogotá. En la misma época fueron sembrados los frondosos árboles que hoy enlucen y rodean el monumento. En la primera mitad del siglo XX, la verja existente fue demolida y el parque adquirió la apariencia que posee actualmente. En mayo de 2007, una propuesta del arquitecto Lorenzo Castro para remodelar el Parque de Caldas fue recibida con amplia resistencia por parte de los habitantes de la ciudad.



Puente del Humilladero: Construido en 1873 sobre arcos de ladrillo y calicanto, según diseños del religioso italiano Fray Serafín Barbetti y de un ingeniero alemán cuyos restos momificados se conservan en el Museo Arquidiocesano de Arte Religioso de la ciudad. Entre el centro de la ciudad y el barrio El Callejón (hoy barrio Bolívar) existe una falla en el terreno que antes de la construcción del puente hacía extremadamente difícil la subida al centro, y por esta circunstancia la gente subía inclinada, casi de rodillas. Así se originó el nombre del puente del humilladero. Este puente consta de doce arcos de medio punto, siendo los centrales más anchos que los restantes. Durante mucho tiempo fue una de las entradas principales de la ciudad; por él ingresaron los ejércitos libertadores durante la gesta de la independencia. Su genial diseño y la robustez de su construcción le han permitido salir incólume de numerosos movimientos telúricos.

Torre del Reloj: Símbolo por antonomasia de la ciudad. Denominada La nariz de Popayán por el Maestro Guillermo Valencia. Fue construida entre 1673 y 1682, utilizándose para ese propósito noventa y seis mil ladrillos. El reloj, de fabricación inglesa, fue colocado en 1737. Su mecanismo funcionaba por la acción de dos pesas de plomo que fueron cambiadas por Antonio Nariño en las lides de la independencia en 1814, cuando se requería el metal para fabricar munición. Después del terremoto de 1983, el reloj fue restaurado y puesto nuevamente en funcionamiento por la misma compañía inglesa que lo fabricó.




Universidad del Cauca. Fundada en 1827 por decreto del General Francisco de Paula Santander, su divisa es Posteris Lumen Moriturus Edat. La sede principal ocupa desde comienzos del siglo XX el antiguo convento de la comunidad dominica, claustro que constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa de la ciudad.
Las iglesias de Popayán



San Francisco: Según el arquitecto, crítico e historiador Germán Téllez, la fachada de este templo constituye la mejor muestra del barroco en toda Colombia. Su construcción fue comisionada por las familias Arroyo y Valencia. En la torre-campanario se encuentra la famosa campana donada por don Pedro Agustín de Valencia. Este templo es notable por el decorado de sus altares. En la plazoleta, objeto de una profunda y polémica transformación en el año 2004, se yergue el monumento al prócer payanés Camilo Torres, cuya réplica se encuentra ubicada en la plazoleta del Colegio Mayor de San Bartolomé en Bogotá.




Santo Domingo:Obra tardía del barroco neogranadino, diseñada por el arquitecto español Antonio García por encargo de la familia Arboleda. Posee excelentes muestras de aquitectura, orfebrería y mobiliario de las escuelas quiteña y española. Su púlpito fue diseñado en la primera mitad del siglo XIX por un ilustre hijo de la ciudad, el Sabio Francisco José de Caldas.
Iglesia y convento de San Agustín. Fray Jerónimo Escobar funda el convento de los Agustinos a finales del siglo XVII, cuyo templo fue destruido con el terremoto de 1736. Reconstruido a partir de aportes de personas notables de la ciudad, fue necesario restaurarlo nuevamente a raíz del terremoto de 1983. De manera especial se destaca su altar mayor tallado en madera y cubierto en pan de oro, su expositorio barroco en plata y la bella imagen de la Virgen de los Dolores.
La Ermita. Es la iglesia más antigua de la ciudad. Data de 1546 y contiene un fino altar y frescos que fueron descubiertos después del terremoto de 1983.



Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. En sus orígenes fue un rancho pajizo. En 1609 se inauguró una segunda catedral de tapial y mampostería. La actual fue consagrada en 1906 por el arzobispo Manuel Antonio Arboleda. Su estilo es neoclásico, y gran parte de la construcción fue restaurada a raíz del terremoto de 1983, incluida la gran cúpula de 40 metros de altura, en cuya restauración se siguieron los lineamientos de la estructura original diseñada por el artista payanés Adolfo Dueñas.




El Carmen:Su construcción se inició en 1730, al tiempo con el monasterio de las Carmelitas, y se terminó después del terremoto de 1736, a expensas de doña Dionisia Pérez Manrique, Marquesa de San Miguel de la Vega. Fue proyectado y construido por el maestro santafereño Gregorio Causí. La obra es sencilla en su estructura cuadrangular con elementos de intención mudéjar, pero los retablos platerescos de los altares, tallados por maestros payaneses, son esplendorosos. Las hermanas Carmelitas abandonaron el monasterio en 1863 por haber sido confiscado por el gobierno, y la diócesis asumió la administración del templo.




La Encarnación:Las monjas de la Encarnación fundaron en Popayán el primer colegio femenino de lo que hoy es Colombia. El templo actual data de 1764 y fue comisionado por la abadesa de turno, la madre Mariana de San Etanislao y Saa. Es el templo con el más hermoso tesoro de retablos barrocos forrados en pan de oro que posee la ciudad.




San José:Conocido también como Templo de la Compañía de Jesús, fue construido en 1702 en consonancia con los lineamientos arquitectónicos de los jesuitas durante el barroco en América. Ha sufrido algunas transformaciones, la más reciente de ellas en 1983, en que se dejó a la vista buena parte de la fachada en ladrillo, que había estado cubierta con pintura y cal durante al menos dos siglos.



Capilla de Belén: Por encontrarse ubicada sobre el cerro del mismo nombre, desde esta capilla se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad. A la capilla se sube por los llamados “quingos”, escalinatas en piedra que permiten un agradable ascenso al mirador de la ciudad. En 1717 se colocó en esta capilla la imagen del Santo Ecce Homo, el más venerado de la ciudad. Adyacente a la iglesia se yergue una cruz de piedra de cantera de 1789, a la cual se le atribuyen muchas leyendas. La iglesia original fue reemplazada completamente por una nueva estructura luego del terremoto de 1983.


Museos

Casa-Museo Mosquera. Funciona en la casa que perteneció a la familia Mosquera Arboleda, una de las más ilustres y destacadas en la historia de Colombia, como quiera que varios de sus miembros ocuparon los más altos cargos del poder político, eclesiástico, militar y diplomático de manera simultánea durante buena parte del siglo XIX. Cuatro sobresalieron en particular: Joaquín Mosquera, Tomás Cipriano de Mosquera, Manuel José Mosquera, y Manuel María Mosquera. El padre de todos ellos, José María Mosquera y Figueroa, fue considerado por el Libertador Simón Bolívar como la única persona a quién él escogería como padre, aparte del suyo propio. Esta casa exhibe una muy interesante colección de arte colonial y de valiosos recuerdos familiares.




Casa-Museo Negret. Exhibe arte contemporáneo al interior de una una vieja casona ubicada en la tradicional Calle del Cacho, donde nació el Maestro Edgar Negret, artista plástico de gran renombre. "El menor de nueve hermanos, fue un niño solitario, descendiente de un español y una princesa indígena peruana que el fundador de la ciudad, Sebastián de Belalcázar, trajo al Nuevo Reino de Granada", reza el árbol genealógico ubicado a la entrada del museo. Las esculturas de Negret emplean en su mayoría aluminio, material que no trabaja en soldadura sino a través de herrajes con tuercas y tornillos. La primera parte de su creación, que data de la década de 1960, la donó a su ciudad natal. El resto forma parte de colecciones permanentes adquiridas por importantes museos de todo el mundo en ciudades como Bogotá, Nueva York, Caracas y Sāo Paulo, entre otras. El museo se encuentra en funcionamiento desde 1985.
Museo Arquidiocesano de Arte Religioso. La antigua residencia de la familia Arboleda, construida en el siglo XVIII con base en planos del presbítero Andres Marcelino Pérez de Arroyo, fue adquirida por la ciudad en 1974 y rehabilitada para su actual uso en 1979. Sus colecciones constituyen una extraordinaria muestra de arte religioso, platería, imágenes de la denominada escuela quiteña y pinturas del periodo colonial.



Museo Nacional Guillermo Valencia. Ubicado en una mansión sobre la calle de los Próceres, este museo está dedicado al poeta Guillermo Valencia, uno de los más destacados miembros del modernismo en las letras españolas. Sus numerosas habitaciones están decoradas con valiosas y artísticas obras de arte, así como una colección de centenares de selectos libros, diplomas, medallas y reconocimientos que recibió el Maestro Valencia por su distinguida vida política y por sus finas composiciones literarias y poéticas. En el parque ubicado frente a la casa se yergue la estatua del poeta, obra del escultor español Victorio Macho. Posee, así mismo, un panteón de familia en donde reposan los restos de varias generaciones de los Valencia.
Museo de Historia Natural. Ofrece una exposición de insectos, mariposas y aves propias de la región, además una colección de cerámica precolombina.
MAS PARTE DE NUSTRA CULTURA




20.Popayán: Casa Caldas.
21.Popayán: Casa de Hacienda Coconuco.
22.Popayán: Casa de Postgrados y del Conservatorio de la Universidad del Cauca.
23.Popayán: Casa del Museo Arquidiocesano de Arte Religioso y su colección de obra mueble.
24.Popayán: Colección de obra mueble de la Casa del Museo Arquidiocesano de Arte Religioso.
25.Popayán: Casa en donde vivió y murió el Maestro Guillermo León Valencia.
26.Popayán: Casa Mosquera.
27.Popayán: Casa Torres Tenorio.
28.Popayán: Ermita de Jesús Nazareno y su colección de Obra Mueble.
29.Popayán: Colección de obra mueble de la Ermita de Jesús Nazareno.
30.Popayán: Estación del Ferrocarril Popayán.
31.Popayán: Estación del Ferrocarril Puracé.
32.Popayán: Iglesia, Claustro de San Francisco, su plazoleta y su colección de obra mueble.
33.Popayán: Colección de obra mueble de la Iglesia y Claustro de San Francisco.
34.Popayán: Templo de La Encarnación y su colección de obra mueble.
35.Popayán: Colección de obra mueble del Templo de La Encarnación.
36.Popayán: Templo de Santo Domingo y su colección de obra mueble.
37.Popayán: Colección de obra mueble del Templo de Santo Domingo.
38.Popayán: Templo del Carmen y su colección de obra mueble.
39.Popayán: Colección de obra mueble del Templo del Carmen.
40.Popayán: Paraninfo Caldas.
41.Popayán: Sector antiguo de la ciudad de Popayán.
42.Popayán: Teatro Municipal Guillermo Valencia.
43.Popayán: Templo de San José o de La Compañía y su colección de obra mueble.
44.Popayán: Colección de obra mueble del Templo de San José o de La Compañía.
45.Popayán: Iglesia de Yanaconas.

martes, 16 de septiembre de 2008

SEMANA SANTA











PROCESIONES CHIQUITAS

En el año 1947, un hombre tuvo la idea de crear un paso pequeñito, réplica de aquellos que salían en la Semana Santa patoja y engalanaban las calles de la ciudad. Ese hombre era Pedro Antonio Paz, el payanes que le dio vida a las tiernas procesiones chiquitas, gracias a la imaginación de unos cuantos niños que imitaban a los cargueros, simulando llevar pasos con muñecos y Cristos pequeños.

Desde ese entonces las procesiones chiquitas se convirtieron en una tradición y muchos niños de la ciudad se entusiasman cada año al convertirse en cargueros por unas cuantas horas, mientras realizan su acostumbrado recorrido.

Don Pedro Paz tuvo dos hijos Diego y María Helena, quienes en honor al legado de su padre, decidieron crear en 1995 la Fundación Cultural “Pedro Antonio Paz Rebolledo”, una institución que se ha encargado de cultivar en los niños una tradición de más de cuatro siglos.

La Fundación Pedro Antonio Paz Rebolledo, no sólo tiene como objetivo la realización de las procesiones chiquitas, también tiene a cargo el Festival de Música Infantil que se realiza cada año en Semana Santa.

Entre sus expectativas, la Fundación planea llevar a cabo un proyecto pedagógico para que los niños de los colegios y comunas, se interesen por la historia de Popayán, su patrimonio y cultura y de esta forma sepan un poco más sobre su ciudad y puedan dar cuenta de todo lo que posee y tiene para ofrecer.

Popayán Cultural los invita a escuchar este programa para que se enteren un poquito más de ésta fundación y de Don Pedro Antonio Paz Rebolledo.

PROCESIONES


Popayán es famosa por la celebración de la Semana Santa, la cual se remonta a tiempos de la Colonia. Esta tradición ha sido conservada celosamente por parte de sus habitantes y por estos mismos días, se celebra el Festival de Música Religiosa, que congrega grupos musicales de este género, provenientes de varios países. 450 años después el evento se ha convertido en el emblema de la ciudad fundada en 1536 por Sebastián de Belalcázar. Como una festividad de gran despliegue religioso, es tan tradicional como la de Sevilla en España; y entre las tradiciones payanesas, es la única que ha resistido al mundo mercantilista de estos tiempos.

La Semana Santa es una oportunidad de renovar nuestra fe, pero lo importante es que no sea sólo por una semana, sino que sea una constante en nuestras vidas. Es la oportunidad de conocer una gente cálida por excelencia, de ver erigirse los templos que se ha constituido a través de la historia en el marco oficial de estas Procesiones por más de 400 años de vida.

Toda una semana en una de las ciudades que cuenta con el mayor número de iglesias por habitante en el orbe, la mayoría construidas durante los Siglos XVII y XVIII y cuyas construcciones ostentan los más fantásticos trabajos de imaginería y talla, así como grandiosos trabajos de platería de los más destacados artistas de la época.

La Procesión del Domingo de Ramos representa el acompañamiento que la Ciudad hace al señor en su entrada triunfal a Jerusalén. En esta oportunidad se hace la ceremonia de bendición de ramos en la capilla de Belén y luego, por un camino empedrado y sinuoso llamado los Quingos, se desciende en clamoroso desfile hasta la Basílica. Los fieles payaneses portan ramos, pañuelos blancos o banderas para proclamar la realeza de Jesús, el Salvador.

Las dos figuras dolientes de Cristo, El Santo Ecce Homo y El Señor Caído, esperan en la Catedral varios días, mientras otras ceremonias tienen efecto.

El Martes Santo se efectúa una procesión nocturna en la que se llevan cuatro imágenes desde la Iglesia de San Agustín hasta el centro de la ciudad en medio del sonar del Réquiem precediendo a los portapasos. Tras la fila de las imágenes avanza un cortejo de acólitos de sotanas rojas que portan incensarios, campanillas y un gran crucifijo. La procesión se cierra con la bella imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

La procesión del Viernes Santo es la representación simbólica y torturante de todo el drama de La Pasión antes de la crucifixión. La imagen de La Muerte es un esqueleto que sostiene con su osamenta una gran guadaña. Un grupo de hombres que portan martillos cinceles y otras herramientas encarnan a quienes retiraron de la cruz el cuerpo ensangrentado. Y finalmente, avanza El Santo Sepulcro, elaborado en marfil y carey en el que reposa la imagen de Cristo después del descendimiento.


Las procesiones son una parte muy importante de la celebración de la Semana Santa; forman el devenir cultural y religioso alimentado por la fe y la devoción. Los primeros moradores de esta Villa de Belalcázar podían palpar y entender mejor como nos redimió nuestro Señor Jesucristo.


PERSONAJES DE LAS PROCESIONES

EL BARRENDERO: Primer personaje que aparece con su escoba bienhechora despejando la calle de "basuras y pecados" para que pase el Señor.

EL MONAGUILLO: Abre el desfile procesional al sonido de su fugaz campanilleo, envuelto en las nubes de incienso que el mismo expande perfumando el ambiente.





EL ALUMBRANTE: Es el protagonista de la peregrinación de los cirios penitenciales portados por manos finas de damas, manos pequeñas de niños, fuertes de varones y encallecidas y robustas de obreros y campesinos llevando la llama de su fe en Cristo.

EL CARGUERO: Es el personaje central de la Semana Santa; en él se encierra el esfuerzo, la devoción y el valor sin desmayo. El carguero payanés estará siempre listo y esforzado al pie de su "barrote". Vestido con su túnico de penitente, ceñido con un paño de color blanco y un cordón o cíngulo. También usa el "capirote" que cubre su cabeza. Complementa el vestido del Carguero las "alpargatas", una especie de sandalias de cabuya y pabilo, sujetas al pie con cintas oscuras, y la "ALCAYATA" indoblegable, que es el símbolo integral de su dignidad y el más eficiente galardón a su fatiga.

EL MOQUERO: Es un niño que se viste como el carguero, va y viene por la calle. Ostenta en sus manos la caña de tres varas con la que hace saltar hasta su morral la cera "chorriada", cuenta también con su "despabiladera" y con un garfio que mutila la cera.





LA SAHUMADORA: Salida de nuestra entraña popular, es una ñapanga más con su camisa de golas, su endomingada falda de Bayeta, sus alpargatas sueltas y en el cuello una Cruz. En sus manos porta un "pebetero"de fuego e incienso adornado con claveles.





EL REGIDOR: Vestido de impecable frac y finos guantes blancos, porta una delgada cruz de madera indicativa de la dignidad de su tarea, de la nobleza de su rango espiritual y de la severa majestad de su cargo: mantener el orden y despejar la calle.

EL MUSICO: Los músicos de la Orquesta y el Coro son los encargados de entonar cánticos religiosos en alabanza al Señor.



EL PORTA INSIGNIA: Las insignias sagradas por la tradición son portadas en bandeja de plata por dos universitarios.



Las Procesiones "Chiquitas"

Se trata de procesiones en la que los cargueros son niños, y los "pasos" son réplicas a escala de aquellos cargados por los mayores; es todo un espectáculo ver a niños entre los 5 y 11 años, vestidos con toda la indumentaria y accesorios propios de los cargueros; así mismo las niñas vestidas de Sahumadoras y los más pequeños de la casa, oficiando de curitas, policías, alcalde y regidores.

Estas procesiones se celebran de martes a viernes siguientes a la culminación de la Semana Santa normal. Su recorrido es más corto que el de las procesiones normales, pero pasan por las principales calles de la ciudad y a ellas concurren muchas personas, payaneses y turistas.

COMIDAS TIPICAS!!!




Los platos típicos de la ciudad de Popayán también son un legado de la interacción cultural española e indígena, integrando componentes propios de la región y frutos traídos de España.

Popayán Cultural encontró que son muchas personas en la ciudad, que mediante la preparación de comida típica, obtienen los recursos para subsistir y muchos de ellos tienen años en este negocio, pues resulta atractivo a turistas y propios de Popayán.


Las toldas, casetas y restaurantes se toman los espacios de la ciudad, para brindar diversidad de platos que son el deleite de muchos, además de ser los centros de reunión de la familia y amigos que desean pasar un rato agradable.

ALGUNOS PLATOS TIPICOS SON:


El sancocho de gallina
la sopa de tortilla
la sopa de carantanta
la sopa de envueltos
La carne molida
los tamales
las empanadas de pipían

Las casetas son el escenario ideal para vender cucas y manjar blanco.

En Popayán se destaca el plato de nochebuena o plato navideño, que por su contenido es el más completo de Colombia, compuesto por hojaldras, rosquillas, dulce blanco, manjarillo, dulce cortado, desamargados, entre otros.

LEYENDAS Y MITOS






A los niños les decían en Popayán que “Pandiguando”, del sector occidental de la ciudad, próximo al cementerio, se llama así porque el nombre del barrio es un apócope de “Por donde anda el guando”, y éste sería un individuo sin cabeza al que veían de noche por esos terrenos rurales, antes de la urbanización que data de finales de los años 50.

Por otra parte, el mismo individuo sin cabeza, ya no laico sino monje, se convierte en la leyenda del Hotel “Monasterio”, pero nada se oyó de él cuando ese inmueble era edificio del Departamento; allí estaban originalmente y en desorden, los papeles que Don José María Arboleda Llorente ordenó por años, los clasificó y preservó para fundar el hoy internacionalmente célebre Archivo histórico de Popayán.


Volviendo al cementerio –al de Popayán y a cualquier otro- se repiten por todas partes historias al parecer creadas para alejar a los jóvenes de la bebida y de la costumbre de deambular a altas horas de la noche por parajes solitarios: en ciudades y villas y en todos los idiomas se cuenta de un joven (de moto o caballo, según la época y el lugar) que levantó por los lados del cementerio a una chica agraciada; como ésta iba muy desabrigada, el motorista o jinete le prestó su chaqueta para al día siguiente volver a buscarla- más que todo con el propósito de convertirse en su amigo porque había quedado prendada de ella…
Pero la señora de luto que abrió a la puerta en la casa donde la depositó la víspera, la madre o tía de la misteriosa chica, le informó que una dama como la que él describía si vivió allí pero hace tiempo..: desgraciada y prematuramente falleció, lo que ha sumido en interminable dolor a toda la familia…



Otra leyenda de Popayán, más antigua y del lado oriental de la ciudad, habla de “La cueva del indio”, la que presuntamente va a dar al Huila. Parece una idea muy descabellada; el hecho es que no hay un solo testimonio de alguien que habiendo entrado por un Departamento, salió por el otro, después de pasar por los sótanos de la Cordillera central, más tibios que los páramos.

Hay, claro está, leyendas alusivas a los originales habitantes de esta meseta, los pubenenses; se dice que en el tambo que el cacique tenía por los lados suroccidentales de la ciudad de hoy, las gentes de Belalcázar no repelidas –los pubenenses resultaron de temperamento pacífico, como son los payaneses de hoy-, fueron blanco de moscas y otros insectos (entre ellos niguas, sin duda), lo que les hizo decir: “Fuimos pan de los moscos”, y de allí sale, poniendo las palabras en orden inverso, el nombre “Moscopán”. También se ha dicho que el hoy Morro de Belalcázar es una construcción artificial, pirámide trunca para rituales de los pubenenses, y en su interior hay numerosos vestigios de entierros.


El hecho es que si nos atenemos a la ubicación suroriental de Moscopán y nororiental de El Morro, tenemos que concluir que a los pubenenses les gustaba moverse sólo por el costado este de lo que hoy es Popayán, sin duda para librarse de las congestiones del cruce de La Esmeralda, las que han hecho deseable un tramo hundido de la carrera 17, para que por la calle quinta transite el tráfico a nivel…

También parece legendario el abrazo protector de Julio Arboleda sobre los bellos hombros de la indígena Pubenza, lo que se ve en el cuadro del Paraninfo de la Universidad del Cauca; si el poeta soldado era severo propietario de negros, no parece verosímil que se comportara tiernamente con una indígena…

Y siguiendo con los aborígenes, otra leyenda, al parecer más sustentada, es aquella según la cual gentes de una tribu rebelde iban a caer sobre Popayán, estaban en ese plan en una semana santa del siglo XVII, pero desde las lomas, de noche, vieron la procesión y creyeron ver un enorme dragón o serpiente de fuego… El hecho es que huyeron despavoridos.
Desde luego, las peculiaridades de la celebración de semana santa siempre han dado lugar a leyendas como aquella que dice que en las madrugadas de los días sacros hay duelos de gentes que se disputan los barrotes!

HISTORIA!!!



En este espacio presentaremos diferentes escritos de notables historiadores de la ciudad, quienes con su amplio conocimiento nos ilustrarán sobre diferentes aspectos, tales como la fundación de Popayán, las costumbres y los hechos que hicieron de esta ciudad, guía de los destinos del país.



Belalcázar declaró fundada la ciudad de Popayán el sábado 13 de enero de 1537, día en que a la vez trasladó a ella la villa que de acuerdo con sus instrucciones Ampudia había erigido en esta comarca, según lo certifica el escribano Francisco de la Vega Polanco en 1605, al dar "testimonio de verdad cómo en el libro de Cabildo que he hallado (dice) desta ciudad más antiguo, en un papel viejo, roto y sin firma y al parecer ya letra antigua, está una razón que lo que en ella se pudo trasladar y leer desde renglón entero dice"... y copia en seguida el citado papel que por encontrarse en el libro más antiguo del Cabildo adquiere todo el valor que la falta de firma le restaría si estuviera suelto. En ese papel se lee como redactado por el propio Belalcázar, a manera de acta de fundación, lo que sigue, en cuyo texto las palabras o frases que van entre paréntesis, las hemos puesto nosotros para suplir las que no "trasladó ni leyó" el escribano, por estar el papel "viejo y roto".